-La dieta abanderada se trata de un nuevo modelo nutricional de carácter fásico con un fundamento anabólico y estético por el cual se busca un aumento de la masa muscular magra. Cierto es que, en plena etapa experimental en la que se encuentra y en la que no se puede confirmar ni mucho menos ni su eficacia ni su exactitud objetiva, está dando resultados muy positivos entre los sujetos que lo han probado, aún recordando que el muestreo realizado hasta el momento no es extrapolable a resultados concluyentes por carencias exactas en el registro y por la informalidad del susodicho planteamiento.
-El carácter bimestral de la dieta nos permite configurar una ligera y correcta modulación en la organización de la misma, alcanzando una adaptación metabólica adecuada que nos supondrá una mejora a nivel físico sin, a priori, comprometer la funcionalidad del organismo ni percibir ningún tipo de molestia intestinal, gástrica o generalizada.
-La dieta se divide principalmente en tres fases que podrían llegar a ser modificadas según los datos que nos vayan llegando para asegurar al máximo su rendimiento. La primera de ellas, inicial o semiacumulativa (1ª-3ª semana), consiste en relacionar los días de ingestión mayormente monosacarídica, disacarídica y oligosacarídica con un entrenamiento de carga máxima, amplificado a una rutina donde se puedan ejecutar las máximas repeticiones a ese nivel de carga o correlativo a una distribución en pirámide que nos permita llevar a cabo un desgaste adecuado. Mientras que, los días de actividad aeróbica, disminuír el contenido dietético de carbohidratos en nuestros menús aumentando la carga proteica, sin llegar a sobrepasar en ningún caso los 1,4-1,8 gr/kg de peso corporal, cifras que se encargará de estimar siempre personal cualificado (nutricionistas y médicos).
-La segunda fase o fase intermodal (3ª-6ª semana) nos lleva a incrementar ligeramante la cantidad de azúcares (simples y compuestos) los días proteicos a expensas de disminuirla de forma un poco más acentuada (proporciones variantes en cuanto a metabolismo basal) los días de ingestión glucídica potencial. El objetivo principal sería mantener la exigencia física pareja a las tres primeras semanas pero con un reparto alimenticio diferencial.
-La tercera y última fase se denomina ondulatoria (6ª-8ª semana) y su propósito es consistente en adquirir el aspecto definitorio deseado. Aquí ya se demanda un cambio en el método de entreno hacia formas bien conocidas (superseries, entrenamiento interválico..) a la par que se aumenta un día de carga proteica a mayores dentro del rango establecido (cppc) reduciendo la cantidad de carbohidratos esos dos días continuos y limitándose ésta únicamente a la primera mitad del día (hasta las 14 horas). -Esta fase no debe prolongarse más de lo dictado y el equilibrio orgánico postdieta permitirá ratificar un punto armónico intermedio con el que podamos mantenernos con una buena apariencia durante un largo periodo de tiempo.
-Esto sería un lacónico resumen de la llamada dieta abanderada advirtiendo su por ahora posible falta de efectividad y sin descartar la ausencia de titulación y autoridad competente del redactor, por lo que, en caso de querer efectuarse va a ser de forma totalmente voluntaria y habiendo sido advertido previamente de forma pormenorizada de su posible ineficacia como se ha hecho con los sujetos que ya la han probado y que, afortunadamente, todos ellos han obtenido en mayor o menor medida favorables resultados.
-Esto todo llevado a cabo bajo control de un profesional que reajuste la carga calórica y el porcentaje de cada nutriente en base a las características de la persona.
-Advertir también que su metodología quizás no sea la adecuada para todo el mundo, en especial para personas sedentarias o que padecen de alguna metabolopatía o problema de salud respiratorio o cardíaco y su aplicación cosecha mejores frutos en personas mesomorfas y también, pero menos, ectomorfas, reduciéndose casi totalmente en endomorfas puras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario