-Todos, en innumerables ocasiones, hemos soñado. Algunas veces esos ensueños, como se les debería llamar correctamente, son demasiado agradables, misteriosos o incluso terroríficos, lo que puede provocar que permanezcan en nuestra memoria mucho más tiempo de lo habitual. Hoy analizaremos qué pasa en nuestro interior cuando estamos soñando y qué factores pueden influír en las experiencias vividas cuando estamos atrapados por los brazos de Morfeo.
-Se tiene conciencia de que los sueños han estado presentes en la humanidad desde los Homo Sapiens. Antiguamente se interpretaban los sueños como mensajes divinos enviados por los dioses, los cuales, por su importancia, debían ser descifrados.
-Los sueños se pueden producir durante cualquier fase del sueño. Aquellos que mejor se recuerdan son los que se producen en la fase REM (la última parte del ciclo del sueño) y suelen ser también más elaborados. De los que se producen en fases anteriores se recuerdan pequeñas imágenes concretas o incluso no se llega a recordar nada.
-La teoría más aceptada actualmente sobre el origen de los sueños fue elaborada por Hobson y McCarley. Esta nos dice que mientras estamos durmiendo las células nerviosas del pontino envían información al cerebro sobre los movimientos oculares y este, como no le puede dar sentido a esos movimientos pues no se están a visualizar imágenes a través de la vista, aglutina esos movimientos oculares y elabora una "historia" sin lógica utilizando imágenes guardadas en la memoria de hace unos días o meses.
-Hay factores que afectan al tipo de sueños que podamos tener. Una mala postura, un colchón incómodo o acostarse con el estómago muy lleno después de una cena cuantiosa pueden provocar que tengamos sueños, placenteros o tal vez no tanto.
Muy buena la entrada como siempre, aquí tienes una fiel seguidora!!
ResponderEliminarUna fan de honor jajaj
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